- Área: 300 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Gonzalo Viramonte
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Proveedores: Cerramientos y Estructuras S.A, Deco design, Hausel, Hormigones Terra
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Más allá de tratarse de arquitectura, esta vivienda habla sobre dos abuelos, mis padres, personas que dedicaron su vida a nosotros, los hijos. El objetivo de esta casa fue siempre un cambio de vida, alejarlos del caos de la ciudad para aprovechar los beneficios de la naturaleza, en donde el terreno fue una condicionante esencial a la hora de embarcarse en el diseño y construcción de un nuevo hogar.
Las premisas fueron simples, teniendo un pleno conocimiento de las personas que habitarían la casa, sus actividades, gustos y necesidades, se plantearon soluciones básicas pero efectivas. En primer lugar, el entorno ya ofrecía una de ellas, el contacto con la naturaleza, el sonido de los pájaros y el viento generando música junto a los árboles. La iluminación y el contacto desde la vivienda al exterior era fundamental ya que fue algo que falto siempre en nuestra casa de toda la vida. No menos importante, la necesidad de una vivienda en un solo nivel y con el menor mantenimiento posible termino de cerrar las ideas de diseño y la elección de materiales nobles.
El respeto por lo autóctono fue primordial permitiendo integrar la naturaleza a la casa, convivir con ella, no solo observarla, generando compañía entre el hombre y los árboles, cuidando de ellos y promoviendo una nueva actividad para dos personas mayores disfrutando del movimiento de la vida cuando sopla el viento.
Finalmente, el uso de ambientes amplios y correctamente vinculados entre sí para proporcionar todas aquellas sensaciones que alguna vez faltaron en su antigua residencia en la ciudad, forman parte de esta casa que se propone como un espacio de terapia con el solo objeto de mejorar su calidad de vida, fomentando la reunión familiar de tres generaciones muy unidas, que, mediante ella, la casa, se busca potenciar un vínculo que trasciende lo meramente material.